A diferencia de lo que muchas personas suelen creer, la imagen personal abarca mucho más que solo la apariencia; de hecho, se trata de todo un conjunto de detalles.
En este sentido, la ropa que llevamos (y si la misma se encuentra en buen estado, limpia y planchada), el perfume, los accesorios y el maquillaje, e incluso el tener el pelo correctamente peinado y la barba bien recortada, etc., son algunos de los diversos atributos que ayudan a crear la imagen personal.
Además de estos, la imagen personal abarca de igual manera la actitud que se tiene, el comportamiento, el volumen y tono de voz, los gestos e incluso la sonrisa que tienen los empleados al llegar cada día a su centro de trabajo.
Por lo que sería posible decir que la imagen personal, al igual que la apreciación que los demás tienen con relación a una persona, podría ser construida y lograda según los gustos de cada individuo, al mantener una imagen impecable.
Así, considerando la enorme importancia que la imagen personal tiene dentro del entorno laboral, el conocer cómo la misma puede influir en el trabajo, y saber cuidarla, resulta esencial.
Lo que dice la apariencia personal sobre cada persona
Al considerar que los proveedores, clientes, etc., son importantes, probablemente quedará demostrado al presentarse con una buena apariencia y actitud.
Al contrario, si se le quita importancia a la imagen personal, no resultará un problema acudir a alguna reunión vistiendo camiseta y pantaloncillos cortos.
De este modo, la apariencia que se proyecta frente a otros, se caracteriza por ser algo más que solo una imagen visual, de hecho, consiste en un auténtico elemento de comunicación que cualquier persona tiene la oportunidad de usar a su favor.
De manera que incluso al desempeñar algún cargo inferior, el asegurarse de vestir bien cada día al acudir al trabajo, permite transmitir respeto tanto hacia la empresa como hacia la labor realizada y hacia sí mismo.
Utilizar la imagen personal como herramienta laboral
Los actores suelen llevar un determinado vestuario dependiendo del papel que deban representar en las diversas escenas, asimismo, los trabajadores tienen la oportunidad de relacionar su imagen personal con el propósito que desean alcanzar en algún determinado momento.
Así, por ejemplo, los vendedores de cosméticos pueden optar por llevar un buen maquillaje, lo cual podría ayudar a optimizar sus ventas; no obstante, al hacer lo contrario y mostrarse al público con el maquillaje corrido e incluso a cara lavada, solo demostrarán su poca fe en torno a los productos que intentan vender.
De igual modo, al ser portador de alguna compañía y desear conseguir algún cliente específico, para lo cual se acuerda una reunión, al momento de realizar la misma, por ejemplo, en el centro de golf que dicho cliente suele visitar habitualmente.
Aunque el llevar un atuendo de golf podría parecer la mejor opción, lo cierto es que el mismo únicamente se debe utilizar al momento de practicar golf.
En este sentido, lo más apropiado entonces sería vestir una camisa clara, algún pantalón de gabardina y calzado náutico, de esta forma se puede evitar la formalidad del traje dentro de un espacio destinado a la relajación, y al mismo tiempo mostrar una buena actitud tanto frente al trabajo como a la diversión.
La imagen personal dentro del espacio laboral
De acuerdo con los expertos, la imagen tiene una gran importancia e influencia dentro del espacio de trabajo.
En este sentido, como ya mencionamos, ciertos factores como pueden serlo por ejemplo, la vestimenta, el comportamiento e incluso desempeño profesional, etc., resultan esenciales para poder conseguir ofrecer una buena impresión, y al mismo tiempo lograr permanecer presente en la mente tanto del grupo de trabajo como de los superiores.
Esto es importante considerando que hoy en día, el mercado se vuelve más y más competitivo, razón por la cual resulta esencial destacar en cada aspecto posible; lo que significa que es fundamental que los trabajadores presten atención a su manera de vestir, actuar e incluso de hablar ante el público, superiores, proveedores y también frente a sus compañeros.
Teniendo en cuenta lo anterior, a continuación se presentan varios consejos acerca de cómo se debe cuidar y construir una buena imagen personal, a fin de que la misma influya positivamente dentro del campo laboral:
- Conservar los buenos modales en todo momento; asegurándose de ser siempre educado, amable y profesional para poder fortalecer de esta forma las relaciones interpersonales, incluso a través del intercambio de emails.
- Mantener presente en todo momento las dos palabras que resultan esenciales para garantizar una comunicación apropiada, las cuales son tanto “por favor” como “gracias”.
- Prestar atención al lenguaje escrito, tratando de evitar cualquier posible error de redacción u ortográfico. Esto abarca el adecuado uso de las letras mayúsculas, los signos de puntuación e incluso la acentuación.
- Evitar responder los mensajes, correos y/o llamadas en más de 24 horas, independientemente si se trata de algún cliente interno o de uno externo.
- En cuanto a la vestimenta, resulta esencial optar por prendas que se ajusten a la agenda diaria, intentando mantener siempre una línea formal, incluso durante aquellas ocasiones donde es permitido vestir un poco más informal.
