Cuando queremos hacer alguna actividad necesitamos del material especial para ello, puesto que son muy pocas las actividades recreativas que no necesitan de indumentaria específica.
Hasta para bailar necesitamos de ropa especial para su práctica, como es el caso del ballet, puesto que para poder practicar esta actividad, necesitamos de un vestuario apropiado.
El más notorio es el uso de las zapatillas
Estas son fabricadas con lona, cuero o satén, siendo usualmente diseñadas en color rosa, blanco, gris o negro.
La tradición dice que las mujeres las deben llevar en rosa y los hombres en blanco y existen también en colores carne o marrón y son usadas por ambos sexos.
Existen dos tipos de zapatillas las cuales explicaremos posteriormente.
Su uso se distingue por la experiencia del bailarín, los bailarines principiantes o de edades inferiores a los doce años suelen usar zapatillas cuando entrenan y actúan, mientras que los bailarines profesionales pueden usar zapatillas comunes o las llamadas zapatillas en punta, que son un poco más complicadas de usar.
Como dije anteriormente, existen zapatillas de media punta y zapatillas de punta, las zapatillas de media punta son usadas para preparar a las bailarinas para utilizar las puntas, que son especiales para que el pie se adapte a los movimientos al mismo tiempo que adquiere flexibilidad y fuerza.
Son fabricadas en tela bastante suave, pero no se pueden usar para pararse en puntas, se usan en un periodo de tres a cuatro años antes de las puntas y al comienzo suelen ser un poco molestas para el pie ya que no están acostumbrados a él, pero poco a poco el pie se adapta a ellas.
Las zapatillas de puntas son fabricadas con satén o cuero y llevan un soporte interno de madera o yeso para que la bailarina pueda realizar el balance en la punta de los pies.
se utilizan después que el pie está completamente adaptado a las media puntas, el proceso de adaptación de este tipo de zapatillas es un poco fuerte e incluso doloroso, por lo que son más difíciles que las otras, pero luego que la bailarina se adapta a este tipo de zapatillas, suele convertirse en algo normal y habitual para ella, tienen que utilizarse bajo la supervisión de un profesional en este ámbito, ya que un mal uso de ellas puede provocar graves problemas a la persona e incluso podría obligar a la bailarina a abandonar su carrera.
Las zapatillas de cuero son duraderas, son costosas pero son muy cómodas.
Las zapatillas de lona las suelen llevar los hombres, cuestan menos pero son poco duraderas, permiten que el pie respire un poco más y las zapatillas de satén son comúnmente llevadas por las mujeres y su material permite que puedan ser teñidas de cualquier color en ocasiones especiales.
Todas las zapatillas llevan bandas elásticas, las cuales ayudan a asegurarlas a los pies. Pueden ser una banda elástica lisa que va de un lado a otro de la zapatilla o dos bandas que están colocadas una a cada lado para que la bailarina las ate a su gusto.
