Las enfermedades cardiovasculares involucran el corazón y los vasos sanguíneos. Estas enfermedades comienzan cuando el colesterol y la grasa se acumulan en las paredes de las arterias y se asocian con la aterosclerosis. Si una arteria se obstruye puede desencadenar un accidente cerebrovascular o ataque cardíaco.
Existen varios tipos de enfermedades cardiovasculares
- Las arritmias ocurren cuando no funciona correctamente el sistema eléctrico del corazón; este palpita o muy rápido, lento e irregularmente.
- La insuficiencia cardíaca sucede al volverse débil o rígido el miocardio y no bombea suficiente sangre oxigenada.
- La cardiopatía coronaria (CHD) pasa por la acumulación de placa en las arterias, estas al estrecharse, el corazón no recibe suficiente oxígeno o sangre y se debilita, provocando en el tiempo arritmias e insuficiencia cardíaca.
- La cardiopatía congénita se presenta al nacer. Compromete el funcionamiento y la estructura del corazón.
- La arteriopatía periférica ocurre cuando las arterias de los pies y las piernas se constriñen, bloqueando o reduciendo el flujo sanguíneo; lesionando los tejidos y nervios.
- La presión arterial alta (hipertensión). Esta enfermedad puede acarrear problemas como accidentes cerebrovasculares, ataque cardíaco e insuficiencia cardíaca.
Enfermedades de las válvulas cardíacas, se produce si una de las cuatro válvulas del corazón no funciona correctamente. A través de la válvula, la sangre puede escaparse en dirección errónea (regurgitación), o no abrirse lo suficiente y bloquear el flujo sanguíneo (estenosis).
Causas de las enfermedades cardiovasculares
Las causas más comunes de las enfermedades cardiovasculares son la inactividad física, el consumo de tabaco y alcohol o una dieta desfavorable. Cambiando los hábitos y añadiendo actividades a la rutina diaria se reducen los riesgos de desarrollarlas.
Está comprobado y así lo señala la Organización Mundial de la salud (OMS) que para prevenir y controlarlas hay que eliminar el alcohol y el tabaco (activo o pasivo), bajar la ingesta de sal, consumir más hortalizas, verduras, legumbres, frutas y pescados, llevar una actividad física reglamentaria.
Realizarse al menos 4 veces al año un análisis de colesterol. Con todo esto se minimiza el riesgo de dichos males.
Una dieta inadecuada y la falta de ejercicio pueden aumentar el azúcar, la tensión arterial, las grasas en la sangre, trayendo como consecuencia el sobrepeso o la obesidad; que son factores de riesgo para padecer de un ACV, infarto de miocardio u otras complicaciones.
Los gobiernos y entidades deberían integrarse e iniciar una acción global donde haya control en el uso del tabaco mediante la aplicación de impuestos, construir más vías peatonales o de bicicletas para fomentar la actividad física, suministrar en los comedores escolares comida balanceada y saludable y crear planes alimenticios donde se reduzcan los alimentos ricos en sal, azúcar y grasas.
Es importante que tomes conciencia, ya que existe información suficiente sobre los riesgos, las causas y consecuencias que tiene vivir de forma desordenada, sin tomar en cuenta que de no observar las recomendaciones de los organismos especializados en la materia, te verás expuesto a cualquiera de las enfermedades cardiovasculares.
Debes ser responsable de tu salud
Cabe mencionar que entre los factores de riesgo más influyentes en este tipo de enfermedades destacan la edad y la composición genética.
Si tienes antecedentes familiares lo mejor es asumir una conducta resistente o acudir al médico y hacerte una evaluación. No esperes a que se asomen los primeros síntomas para tomar medidas.
La obesidad causa la diabetes, originada por las calorías que tu cuerpo no quema durante el día, y esta a su vez es una enfermedad cardiovascular.
Vigila el tamaño de tus porciones y la cantidad de azúcar que ingieres.
Habla con tu médico sobre cuándo deberías hacerte un examen de glucemia o de hemoglobina A1C, preferiblemente en ayunas, para conocer tempranamente si tienes diabetes. Comprueba si tu peso es sano, calculando el índice de masa corporal (IMC).
Con un examen periódico sabrás si padeces del síndrome metabólico, el cual combina hipertensión, acumulación de grasa alrededor del abdomen, triglicéridos y azúcares en sangre altos, juntos aumentan el riesgo de una enfermedad cardíaca.
El estrés contribuye a la aparición de una enfermedad cardiovascular que puede desencadenar en un ataque cardíaco y hasta la muerte súbita. Por eso duerme lo suficiente, haz ejercicios regularmente, realiza paseos, lee un buen libro, ve al cine, mantén buenas relaciones interpersonales; estas son algunas fórmulas para estar relajado y sin preocupaciones.
Controla el colesterol. Cuanto más bajo sea el LDL y mayor el nivel de HDL, mejor será tu pronóstico
Por el contrario y si tienes un historial familiar o elevados niveles de lípidos requerirás una terapia con medicamentos.
Como se sabe, la presión arterial alta o hipertensión conocida como ‘el asesino silencioso’, origina un desgaste del revestimiento interior de los vasos sanguíneos. Si tienes 40 años o más y la presión arterial es alta, mayor será el riesgo.
Lo ideal es visitar al cardiólogo para que mida tus niveles, el valor de presión arterial óptimo es de 120/80 milímetros de mercurio (mmHg) y de requerir te administrarán medicamentos.
Las mujeres que toman pastillas anticonceptivas y fuman tabaco corren un gran peligro, ya que ambos factores aumentan la formación de coágulos sanguíneos.
No puedes modificar ciertos factores de riesgo como el sexo, la edad, los antecedentes familiares u otros ya mencionados anteriormente; pero sí adoptar una conducta adecuada que te mantenga sano, fuerte y alejado de un mal con secuelas negativas.
La clave es la prevención, ella te ayudará a reducir el riesgo de padecer alguna enfermedad cardíaca.