La marihuana, también conocida como cannabis, es una planta que ha generado un intenso debate en todo el mundo. Sus usos medicinales, recreativos e industriales han puesto bajo la lupa los distintos componentes químicos que la conforman. Sin embargo, no todos los compuestos son iguales ni están regulados de la misma forma.
¿Qué contiene la marihuana?
La marihuana es una planta rica en cannabinoides, compuestos químicos que interactúan con el sistema endocannabinoide del ser humano. Se han identificado más de 100 cannabinoides, aunque los más estudiados y relevantes son:
- THC (Tetrahidrocannabinol)
- CBD (Cannabidiol)
- CBG (Cannabigerol)
- CBN (Cannabinol)
- THCV (Tetrahidrocannabivarina)
Además de los cannabinoides, la marihuana contiene terpenos (responsables del aroma y posibles efectos terapéuticos), flavonoides y otros compuestos menores que influyen en la experiencia de consumo.
El THC: principal compuesto psicoactivo
El Tetrahidrocannabinol (THC) es el componente más famoso de la marihuana debido a que produce el efecto psicoactivo, es decir, la sensación de “estar colocado”.
Legalidad: en la mayoría de países, el THC está prohibido para uso recreativo. Sin embargo, algunos lugares como Canadá, Uruguay, Países Bajos y varios estados de EE. UU. lo han legalizado, aunque bajo regulaciones estrictas. En Europa y América Latina, por lo general, solo se permite el uso de marihuana con bajo contenido de THC para fines médicos o científicos.
El nivel permitido de THC en productos legales suele ser inferior al 0,2% o 0,3%, dependiendo de la legislación local. Esto significa que aceites, cosméticos o suplementos derivados del cannabis solo pueden comercializarse si contienen un porcentaje mínimo de THC.
El CBD: el cannabinoide más aceptado
El Cannabidiol (CBD) es otro de los principales componentes de la marihuana, pero a diferencia del THC, no es psicoactivo. Se ha popularizado en todo el mundo por sus posibles efectos terapéuticos: reducción de la ansiedad, alivio del dolor, mejora del sueño y propiedades antiinflamatorias.
Legalidad: en la mayoría de los países, el CBD es legal siempre que provenga de cáñamo industrial y contenga menos de 0,2% o 0,3% de THC. Esto permite que se vendan aceites de CBD, cremas, cápsulas y productos alimenticios.
Aun así, la regulación no es uniforme. En algunos lugares, como Francia hasta hace poco, solo se permitía el CBD aislado y no el espectro completo de la planta. En otros, como México y España, la normativa sigue en evolución.
CBG, CBN y otros cannabinoides menores
Aunque menos conocidos, CBG (Cannabigerol) y CBN (Cannabinol) están ganando interés científico y comercial.
- CBG: se considera el “cannabinoide madre” porque de él se derivan otros compuestos. Se estudia por sus posibles
efectos antibacterianos y neuroprotectores. - CBN: se forma al degradarse el THC y puede tener propiedades sedantes y analgésicas.
- THCV: tiene un perfil similar al THC, pero con efectos diferentes: en dosis bajas puede reducir el apetito y en
dosis altas puede generar un leve efecto psicoactivo.
Legalidad: en la mayoría de los países, estos cannabinoides son legales siempre que provengan de cáñamo y contengan trazas mínimas de THC. Sin embargo, dado que aún no existen marcos regulatorios específicos, muchas legislaciones los incluyen bajo la misma categoría que el CBD.
Los terpenos y flavonoides: compuestos aromáticos y terapéuticos
Los terpenos son los responsables del olor característico de cada variedad de cannabis. También influyen en los efectos, potenciando o modulando la acción de los cannabinoides. Por ejemplo:
- Mirceno: puede inducir relajación.
- Limoneno: se asocia con un efecto energizante.
- Linalool: tiene un perfil más calmante.
Los flavonoides, por su parte, aportan color y también pueden tener efectos antioxidantes. Ambos grupos de compuestos son legales porque no tienen propiedades psicoactivas.
Situación legal de la marihuana en el mundo
La legalidad de los componentes de la marihuana depende en gran medida de la región. Algunos ejemplos:
- Unión Europea: se permite la venta de CBD y derivados de cáñamo con menos de 0,2% o 0,3% de THC. El uso recreativo del THC sigue siendo ilegal, salvo en Países Bajos (bajo tolerancia) y Alemania, que está en proceso de regulación.
- Estados Unidos: el CBD derivado del cáñamo es legal a nivel federal si contiene menos de 0,3% de THC. Sin embargo, cada estado regula de forma independiente el uso recreativo y medicinal del cannabis.
- Latinoamérica: Uruguay lidera con la legalización total. En México, Colombia y Argentina se permite el uso medicinal, aunque la regulación recreativa aún es limitada.
- Asia: en general mantiene políticas muy restrictivas, aunque Tailandia ha comenzado a flexibilizar la regulación medicinal.
¿Qué dice la ciencia sobre estos compuestos?
La investigación científica sobre los cannabinoides se ha acelerado en la última década. Estudios avalan algunos de sus beneficios, especialmente en casos de epilepsia refractaria, dolor crónico, esclerosis múltiple y ansiedad.
Sin embargo, también se advierten riesgos asociados al consumo de THC, como problemas de memoria, dependencia o efectos negativos en la salud mental cuando se consume en exceso y a edades tempranas.
Los componentes de la marihuana son variados y cada uno tiene propiedades distintas. Mientras que el THC sigue siendo el más restringido debido a sus efectos psicoactivos, compuestos como el CBD han logrado abrirse camino en la legalidad gracias a sus potenciales beneficios para la salud.
La clave está en la diferenciación: no todos los compuestos del cannabis son iguales, ni todos los países los regulan de la misma forma. Antes de consumir o adquirir productos derivados de la marihuana, es fundamental informarse sobre la legislación local para evitar problemas legales y garantizar un uso responsable.




