Desde los años 90, se podría decir que está estancado el ascensor social en España, lo cual se ha agravado con la pandemia del Covid-19, por lo que la juventud española tienen un futuro muy lúgubre y poco esperanzador.
¿Porque decimos que el futuro de los jóvenes no es muy bueno?
Existen dos problemas crónicos que afectan gravemente el desarrollo social en el país, y estos son la incapacidad que posee el sistema fiscal para redistribuir mejor la riqueza, además de la ventaja que tienen pequeñas y medianas y empresas en el tejido productivo, donde no se generan trabajos cualificados que estén a la altura de quienes son licenciados universitarios.
Al no ser superadas dichas deficiencias crónicas, es muy difícil que la juventud española pueda conseguir una mejor calidad de vida que la que la que han tenido sus progenitores.
Una de las cosas que denota que aún queda mucho por hacer para que los jóvenes puedan tener un mejor futuro, es que el Congreso aún no ha aprobado ningún tipo de paquete de medidas sociales, que permitan combatir la desigualdad social que se ha agravado como consecuencia del Covid-19.
Un país sin meritocracia
- En Europa, España e Italia son los países donde la meritocracia no parece tener un gran peso, por lo que más del 60% de la juventud solo llega a conseguir empleo por medio de contactos familiares.
- Los factores culturales y el origen socioeconómico del aspirante es tomado en cuenta por los reclutadores, sin importar que estos tengan algún tipo de cualificación académica o profesional, algo que sí es importante y determinante en otros países.
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- En España esto no sucedía antes y esto evidencia la importancia que se les ha dado a las pequeñas y medianas empresas para perpetuar el inmovilismo social, ya que los trabajos en pequeñas propiedades agrícolas como las que hay en Catalunya y otras comunidades, se pueden pasar de los padres a sus hijos.
- El origen de los españoles entonces, marca mucho su futuro, por lo que eso determinará en gran parte cuál será su destino en la sociedad, donde solo los jóvenes cuyos padres hayan tenido estudios, contarán con un poco más de ventaja al momento de acceder a posiciones altas, teniendo menos riesgos de acabar en las posiciones más bajas.
- Resulta muy lamentable que el paso de los jóvenes desde la universidad a su primer empleo, los obligue a aceptar plazas que están por debajo de su cualificación, lo que evidencia el oscuro camino que deben soportar.
- La formación universitaria que obtiene la juventud española, puede compararse con la de los mejores países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y más si se habla de ciencias sociales, pero la falta de inversión, impide la creación de un mercado de trabajo cualificado para ellos, lo que demuestra que es urgente fortalecer la formación profesional de estos.
Los tres retos del futuro
El destino de la juventud española está marcado por tres retos que se deben superar de forma inmediata o seguirán teniendo un futuro en retroceso.
Conseguir la reducción en la brecha generacional de ingresos
- La juventud española está condenada actualmente a ser empleados en una plaza a tiempo parcial, donde estos cobran salarios muy por debajo de lo que deberían por su cualificación, lo que indica el grave problema por el que están pasando, porque además de cobrar por horas, en el mes no reciben muchas horas de trabajo.
- Todo esto repercute de manera negativa en la economía familiar, donde muchos solo poseen el ingreso mínimo vital como salvavidas para su familia y que dicho estilo de vida no tendrá presión sobre sus hijos, sobre todo en los adolescentes, para que encuentren un empleo si no completan su formación escolar.
Reducir la brecha educativa y de las demás políticas públicas con Europa
- Los expertos consideran que desde el Estado se tienen que recaudar más impuestos, que pueda equipararse con otros países europeos, ya que al menos un 6% del PIB se deja de recaudar, lo que se traduce en 70.000 millones de euros por año y que se debe a una economía sumergida, además de factores de corrupción, pero sobre todo por la baja recaudación de impuestos que hay.
Lograr que se reduzca la pobreza crónica
- La vulnerabilidad de muchas familias compuestas por jóvenes, es un gran reto para mejor el futuro de la juventud española, ya que desde el 2008 muchas de ellas sufren más pobreza y son más vulnerables dentro de la sociedad, algo que se perfila a aumentar si no se logra cambiar ese destino.
Educación fracasada en España
- Pese a que la educación en la mayoría de las sociedades se trata del primer canal de movilidad social, España cuenta con otro escenario, ya que la incidencia de esta se encuentra muy por debajo a la de otros países de Europa, por lo que el fracaso escolar se ha registrado en un 18%, además de la segregación escolar en un 24%, en función del origen socioeconómico que poseen los alumnos.
- Dichos porcentajes se traducen en que el 24% de los jóvenes tendrían que cambiar de escuela para que se logre contrarrestar el entorno degradado en el cual estudia.
- Solo en Madrid, el entorno degradado es del 27%, mientras que en Catalunya es del 24%, algo que es distinto en otros países europeos, donde están en el 15%, lo que solo se evidencia en España, en Baleares.
Son muchos aspectos a considerar si se quiere un mejor futuro para la juventud española, o de lo contrario no habrá forma de alentarlos hacia mejores condiciones de vida, por el contrario, seguirán en retroceso.
